Dragón de fuego

"Soy un fuego inextinguible,
el centro de toda energía,
El corazón firme y heroico.
Soy la verdad y la luz,
En mi imperio abarco el poder y la gloria.
Mi presencia
Dispersa las nubes oscuras.
Y soy el elegido
Para dominar a los Hados".


SOY EL DRAGÓN







miércoles, 26 de noviembre de 2008

Un ángel llora


Las flores ya no llegan
el poema se acabó
lo que un día fue amor
en amargura se volvió.
Ella quiere regresar el tiempo que pasó
para poder revivir los placeres del ayer
ya no puede ver las cosas igual
porque en un mar de olvido todo ya quedó.
Ya el oceáno ha perdido su color azul.
Las estrellas miran
la luna la abraza
y un angel llora......
Pasaron ya los años
ya el se olvidó
de el amor que prometió
cuando la conoció.
Entra a la habitacion y en la cama la vió ,
toca su cuerpo frío la tristeza la mató,
las flores ya llegaron
el poema empezó
sobre una tumba fría
él llora su dolor.
El solo quiere regresar el tiempo que pasó
para poder perderse asi en la dulzura de su voz
ya no puede ver las cosas igual
porque en el mar de olvido todo ya quedó
ya el oceáno ha perdido su color azul..
Las estrellas miran
la luna lo abraza
y un angel llora.......
las estrellas miran
la luna lo abraza
y un angel llora..........

miércoles, 12 de noviembre de 2008

La red del cielo es amplia


"Se dirigió a la vivienda del viejo sacerdote, le despertó y le exigió que deshiciera todos los encantamientos que había aplicado por encargo suyo. Aturdido, el anciano trató de calmarla; pero el tacto de él la desquició en mayor medida. La locura le aportaba una fuerza sobrehumana. Como poseída por un demonio, empezó a saquear la choza en busca de algo que pudiera aliviarle el dolor. Arrojó al suelo los frascos y pociones del sacerdote, esparciendo por doquier raíces secas y semillas. Cuando él se inclinó para recogerlas, ella agarró el cuchillo de pelar y le seccionó el cuello de lado de lado. Akane estaba convencida de que mataba a Masahiro mientras éste la violaba, y que sólo la sangre de su enemigo conseguiría humedecer sus labios deshidratados. "Que muera de esta manera y que así vuelva a morir todas las vidas que le queden - le maldijo -. Que nunca encuentre la paz o la salvación, que sus hijos le odien y persigan su muerte".

Entonces, colocó los labos en la nueva boca, recién seccionada, y sorbió la sangre.

Tras recoger la caja del amuleto con que había retenido a Shigeru y que había provocado que su esposa se volviera en contra de él, Akane se dirigió al santuario para suplicar perdón y rezar para que todos ellos fueran liberados. Lloró por su amor difunto, y las lágrimas trajeron consigo la claridad. "No tenía intencion de amarte - le dijo -; pero te amé, desesperadamente. Ahora que te has ido, no viviré sin ti. Te pido perdón por lo que tuve que ver en tu muerte". La sal de las lágrimas se le mezclaba en la boca con el sabor de la sangre.

Aferrada a la caja como si fuera una niña escaló hasta el borde del cráter. que despedía olor a azufre, y se arrojó al vacío."

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Confesiones de una máscara II

Habíamos extendido nuestros brazos al frente, cada uno hacia el otro, y nuestras manos conjuntamente sostenían algo, pero aquello que sosteníamos era como un gas que sólo existe cuando se cree en su existencia y que deja de existir cuando surgen dudas. Al principio, la tarea de sostenerlo parece fácil, pero llega el momento en que exige cálculos muy refinados y gran habilidad. Había conseguido yo que una artificial "normalidad" se aposentara en el espacio entre nuestras manos, y había inducido a Sonoko a tomar parte de la peligrosa operación de intentar sustentar un quimérico "amor", momento a momento. Parecía que Sonoko había llegado a participar de aquel juego sin darse cuenta de ello. Esa inconsciencia por parte de Sonko constituía la única razón por la que su colaboración era tan eficaz.
Pero llegó el momento en que incluso Sonoko se dió cuenta, de una forma vaga, de la indomable fuerza de ese peligro sin nombre, ese peligro que se diferenciaba totalmente de los usuales y burdos peligros del mundo, debido a que estos tienen una intensidad medible y precisa.

martes, 4 de noviembre de 2008

Confesiones de una máscara (Yukio Mishima)

Pero pasó un año y despertamos. Descubrimos que ya no vivíamos en el cuarto de los niños, sino que éramos inquilinos de un piso para adultos en el que si una puerta no se abría del todo era preciso repararla cuanto antes. Nuestra relación era precisamente esa puerta, una puerta que no se podía abrir más que hasta cierto punto, por lo que, sin duda, tendría que ser reparada tarde o temprano. Además tampoco cabía olvidar que los adultos no soportan los monótonos juegos que hacen las delicias de los niños.

Además de aquella relación extraía yo arteramente un placer inmoral que sólo yo podía comprender. Mi inmoralidad era sutil, e incluso superaba los ordinarios vicios de nuestro mundo. Era como un exquisito veneno, era pura corrupción. Como la inmoralidad constituía la mismísima base y el primer principio de mi manera de ser, percibía un aroma de pecado secreto, verdaderamente corrupto en mi virtuoso comportamiento.....

Continuará

lunes, 3 de noviembre de 2008

El ojo de la aguja

Al amor llegué con un grito de seda
y puse las dos mejillas,
el cuerpo y la conciencia.
Nada quedó de mí,
ni siquiera una carta,
ni siquiera un espejo en donde reconocerme.
Mas aprendí a pasar
por el ojo de la aguja,
es decir a perdonar sinceramente.
A dejar la piel en el alambre,
a dolerme desde los pies
a la cabeza.
Lo perdí todo.
Y cuando entendí que
no sabía defenderme de la gente,
respondí con una bofetada de ternura,
porque yo sé
que sólo los dulces heredarán la tierra.