Reina de las profundidades de la tierra,
fiera devorando la vida,
brazo de río en medio de un océano enfermo soy.
No siento mi carne.
No siento mi carne.
Nada sostiene mi esqueleto.
Mi lengua está agrietada y ciega
Mis abismos en silencio te reclaman.
A la rosa rosa dejé de contemplar,
A la rosa rosa dejé de contemplar,
al verde campo verde.
Me volví sombra.
En blanco y negro vivo.
Y el miedo no se aleja.
Me volví sombra.
En blanco y negro vivo.
Y el miedo no se aleja.
Este miedo habita lo insondable,
se vuelve ojera en mi rostro,
aire inerte en mis pechos,
maléfico recuerdo.
Ahora un vendedor de sueños
Ahora un vendedor de sueños
gesticula tu nombre en el vacío.
(Y yo me he quedado sin monedas).
(Y yo me he quedado sin monedas).
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