Si tú quieres y puedes,
olvídame tú,
serás el cielo que jamás podre tocar,
es imposible,
ya lo sé.
Pero qué triste realidad me has ofrecido, qué decepción tan grande haberte conocido, ¿quién sabe, Dios, quién sabe, Dios, por qué te puso en mi camino?
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Vía libre para circular por esta autopista hacia el Cielo