Sombras teñidas de dudas.
Incertidumbre.
Presiento un final antes de un principio.
Si me alcanza el miedo, huyo.
Pero qué triste realidad me has ofrecido, qué decepción tan grande haberte conocido, ¿quién sabe, Dios, quién sabe, Dios, por qué te puso en mi camino?
Que el miedo no te alcance nunca.
ResponderEliminarUn abrazo