Siempre todo a escondidas,
siempre mirando atrás..
No quiero más clases de falsa moral
que nadie es culpable por amar.
Pero qué triste realidad me has ofrecido, qué decepción tan grande haberte conocido, ¿quién sabe, Dios, quién sabe, Dios, por qué te puso en mi camino?
Nadie.
ResponderEliminarUn abrazo
Sólo se puede ser culpable de no amar. Pero ni eso.
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