La mayor prueba de amor, no provoca sonrisas, más bien todo lo contrario, no es una decisión fácil, porque sigue habiendo amor, pero queda la esperanza de que sea lo mejor para los dos.
En las despedidas, "siempre estaré cuando me necesites", ya te necesito, pero te necesito a TI, y eso es justo lo que no me puedes dar. Cuando me fui escurriendo entre tus dedos, no pudiste quitarte la coraza y recoger mis trozos. No pudiste decirme, quédate, eres MIA, porque me quieres y me sientes tuya, pero tú no puedes hacerte mio. No soy yo quién te ha llegado dentro, quien ha sabido abrir puertas, no soy yo, por eso, precisamente por eso, te he tenido que decir adiós, con todo el dolor de mi corazón, sin fuerza ni ganas... necesitándote, queriéndote.
No será la primera vez ni la última que hemos de decir adiós...no porque no se ame, más bien porque duele ese amor y eso, ni es sano ni se debe disculpar.
ResponderEliminarBesos,