Dicen las malas lenguas, hablas sola y comes mal,
todos echan monedas, pero nadie se la lleva
y la seda se convierte en un papel de fumar
que se vuela y nada más.
Bajo a todos los sitios a romper,
Bajo a todos los sitios a romper,
nunca te he pedido más,
que cuando te enganches con aquél,
me guardes un sorbito.
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