Regar la planta que nació muerta... Podar la flor que marchitó al contacto con el exterior...
Tareas inútiles y sin sentido. Pareció por un momento que resucitaba al mundo de los vivos, pero sólo era un espejismo. El que nació muerto, siempre perteneció y pertenecerá al mundo de los muertos, aunque sean muertos en vida.
Reproches cargados de vida para los muertos, exhalaciones que no llegan a su destino por mucho que se fuerce o esfuerce. Hálitos que no quieren ser inhalados, el muerto no pide, no quiere, no desea, pasa sin pena ni gloria, padece en silencio.
Abandonarse a la nada, cerrar los ojos y desaparecer, fundirse con las sábanas y pasar a ser algodón egipcio, suave y confortable.
Pero qué triste realidad me has ofrecido, qué decepción tan grande haberte conocido, ¿quién sabe, Dios, quién sabe, Dios, por qué te puso en mi camino?
Dragón de fuego
"Soy un fuego inextinguible,
el centro de toda energía,
El corazón firme y heroico.
Soy la verdad y la luz,
En mi imperio abarco el poder y la gloria.
Mi presencia
Dispersa las nubes oscuras.
Y soy el elegido
Para dominar a los Hados".
SOY EL DRAGÓN
el centro de toda energía,
El corazón firme y heroico.
Soy la verdad y la luz,
En mi imperio abarco el poder y la gloria.
Mi presencia
Dispersa las nubes oscuras.
Y soy el elegido
Para dominar a los Hados".
SOY EL DRAGÓN
Abandonarse, perderse en la nada, acurrucarse en la suave protección de las sábanas, pero tan solo para llorar lo perdido y comenzar de nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo