Dragón de fuego

"Soy un fuego inextinguible,
el centro de toda energía,
El corazón firme y heroico.
Soy la verdad y la luz,
En mi imperio abarco el poder y la gloria.
Mi presencia
Dispersa las nubes oscuras.
Y soy el elegido
Para dominar a los Hados".


SOY EL DRAGÓN







jueves, 25 de noviembre de 2010

Perdóname el dolor, a veces

Perdóname el dolor, a veces,*
perdóname la tristeza casi siempre
y la soledad
(es así como llamo a tu ausencia).
Perdóname el silencio
y las palabras
ahora.
Perdóname la alegría si te tengo
un poco,
los encuentros, los versos,
mi pobre vida.
Perdóname la esperanza
todavía(la tomo sin dármela
y la asumo como único alimento).
Perdóname que hable
que calle
que respire
pero nunca que te ame.
Condena mi amor, castígame por él,
quiero el infierno por patria y aposento,
que los días me torturen y conozca la fatiga,
que tus reproches me vistan de martirio,
tu fúria de sangre.
Maldita y desterrada, te seguiré queriendo
y seré, más que nunca, imperdonable.


Pilar Pallarés.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Lluvia


La lluvia tiene un vago secreto de ternura,

algo de soñolencia resignada y amable,

una música humilde se despierta con ella

que hace vibrar el alma dormida del paisaje. E

s un besar azul que recibe la Tierra,

el mito primitivo que vuelve a realizarse.

El contacto ya frío de cielo y tierra viejos

con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores

y nos unge de espíritu santo de los mares.

La que derrama vida sobre las sementeras

y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,

el fatal sentimiento de haber nacido tarde,

o la ilusión inquieta de un mañana imposible

con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,

nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,

pero nuestro optimismo se convierte en tristeza

al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran

al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio

y le dejan divinas heridas de diamante.

Son poetas del agua que han visto y que meditan

lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos

,lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,

lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,l

a que llorosa y triste sobre las cosas caes!

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas

almas de fuentes claras y humildes manantiales!

Cuando sobre los campos desciendes lentamente

las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

El canto primitivo que dices al silencio

y la historia sonora que cuentas al ramaje

los comenta llorando mi corazón desierto

en un negro y profundo pentagrama sin clave.

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,

tristeza resignada de cosa irrealizable,

tengo en el horizonte un lucero encendido

y el corazón me impide que corra a contemplarte.

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman

y eres sobre el piano dulzura emocionante;

das al alma las mismas nieblas y resonancias

que pones en el alma dormida del paisaje!




Jose Luis Borges



Y es que, 13 días de lluvia sin tregua, son demasiado incluso para mi.

martes, 23 de noviembre de 2010

La princesa está triste


La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;l
a princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz,
o en el rey de las islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de Mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la sierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que Abril!
«Calla, calla, princesa, dice el hada madrina,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor.»
Rubén Dario

lunes, 22 de noviembre de 2010

Exilio

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.
¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?
Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,y sobre todo ángeles
,ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.


Alejandra Pizarnik



http://www.youtube.com/watch?v=JU-lANuwEbc

viernes, 19 de noviembre de 2010

La muerte vive en mi casa


La muerte vive en mi casa, si, estoy diciendo bien, vive en mi casa.
Vino hace dos años y aquí se ha quedado, a veces me pregunto si no se aburre, siempre sentada en la misma silla, sola, sin hacer nada.

De vez en cuando le lavo la túnica, o le paso el plumero, porque no siempre me deja lavarla, le perfumo un poco, más que nada para darle algo de vida, pero claro, ella es todo muerte, e incluso le lubrico las articulaciones, esto último es defecto profesional. Sé que me agradece mucho todos los cuidados que le profeso, lo noto en su docilidad, siempre que me dirijo a ella es amable, educada.

Un día que le propongo lavar la túnica y me dispongo a quitársela, me mira, yo a ella no, por si me pierdo en la profundidad de su mirada nunca la miro a la cara, si es que tiene cara, y ella me pregunta:

-¿ No me temes?
- No, sé que estás en casa por mi, y yo no tengo miedo de irme. Lo que no entiendo muy bien es porque llevas aquí tanto tiempo.
- Estoy aquí y allí, al igual que a ti, acompaño a millones de personas, expectante, por si os rendís.
- Sabes de sobra que yo no me puedo rendir, tengo mis obligaciones.
- Lo sé, eres mucho más fuerte de lo que crees, pero aún te quedan infiernos que cruzar. ¿Te acuerdas de tu bisabuela?.
- Si...
- Ella sabía lo que te esperaba, te pareces mucho a ella en el carácter, luchó contra mi hasta el último día.
- 99 años de lucha son muchos....
- Se hacen cortos si hay motivaciones.
- ¿Tiene algo que ver que siempre me dijera que la luz que irradiaba me traería problemas?
- Era una predicción, si.

Hasta ahora no habíamos charlado de tú a tú, mis ojos se inyectan en lágrimas y con cierto resentimiento le pregunto:
- ¿Por qué? porque te los llevaste.
- Yo sólo les abracé cuando cayeron.
- ¡Pero tú eres la muerte!
- El hombre tiene el mismo poder que yo, estais dotados de la libertad de cambiar el destino, en un asesinato o en un suicidio no intervengo, simplemente soy una expectadora.
- Sólo tenía dos años...

Muerte me abraza y me susurra que ahora están mejor, donde van, nadie sufre, lo más duro es pasar el puente y ellos lo hicieron apenas sin enterarse.

Me recompongo, seco mis lágrimas, sacudo la falda, me giro y sigo cocinando.

- ¿Hasta cuando te quedarás?
- Dejarás de verme hoy, pero siempre estaré a tu lado, como cuando tenías 7 años y te caíste por el agujero de aquella escalera de caracol y quedaste colgada de la barriga dejando bajo tus pies un abismo de unos cincuenta metros, o como cuando tenías quince años y tú quisiste desafiar al destino, o a los veintidós, cuando quisieron desafiarlo por ti... Estar contigo, a tu lado, es la mejor manera de incentivarte para luchar contra mi, porque no me temes, me tratas de igual a igual, y esa, es la forma de seguir.
- Hasta la próxima, cuidate.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Pastor

Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño;
tú, que hiciste cayado dese leño
en que tiendes los brazos poderosos,
vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguirte empeño
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, Pastor que por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres;
espera, pues, y escucha mis cuidados.
Pero, ¿cómo te digo que me esperes,
si estás para esperar los pies clavados?

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Adorado invierno


Llega el invierno, y con él, mi alegría desmesurada. Los árboles, se desnudan antes las miradas pasivas, se desvisten de colores y sentimientos, y junto a ellos, ya no me siento fuera de lugar. El frío es mi salvoconducto a la contención, capas y capas de ropa que absorben la libidinosidad que a veces me destroza el ánimo y el sentido de la responsabilidad. Ganas de vivir que se apagan con los grises que nos ofrece esta estación gélida, heridas, indoloras ahora por el clima glacial. Me gusta el invierno porque me permite ser más yo, encerrarme en mi mundo interior, en mi habitación de cuatro por cuatro e imaginar cuantas cosas me plazcan, me salva de vivir fuera de estas paredes y sonreir a personas que no despiertan en mí nada. Templa mi piel caliente, congela mi rostro y refresca el corazón herido, hambriento, famélico, ávido de vida, de sentimiento. Amo retozar en la nieve que me purifica, ella anestesia la soledad impúdica y salaz que me consume con los fragores de otras estaciones.


Llega el invierno, y me encuentro a salvo.
Me gustaría bailar con el invierno esta canción, el mejor dueto que he escuchado de ella con diferencia:

lunes, 15 de noviembre de 2010

Licor de tu ausencia


Ebria, apurando la copa, con la botella del licor de tu ausencia en la mano, por más que bebo nunca se acaba, el culo de la botella siempre se renueva, tu ausencia sigue llenando el vidrio y emborrachando mis sentidos.Te maldigo, en silencio y a gritos, te odio, con mi cuerpo y con mi alma, tus recuerdos me arrastran humillando mi orgullo malherido, quiero estrellar la botella contra la pared, pero me aferro a ella, si pierdo tu ausencia, tu vacío, ya no me queda nada de ti, ese licor que quema mi corazón y ahoga mi garganta es el que mantiene vivos mis sentidos. Ahora, acaricio la botella como si fuera un tesoro, sintiendo que el frío tacto del cristal cura mis heridas, calma mi locura, bebo, el fuego se apodera de mi, y, como tantas y tantas veces, evoco tu cuerpo fantasmal para hacer el amor con él, sin soltar la botella, vínculo entre tú, fantasma, y mi maltrecho deseo, cuando llega el éxtasis, sacio mi sed en la botella, con tanta ansia, que no cabe ni una sola gota más, miro la botella, sigue llena, no sólo llena, el licor de tu ausencia rebosa, sale a borbotones, inundando la habitación, acariciándome mientras se burla, arrancándome lágrimas de dolor, esas lágrimas me consuelan, haciéndome caer en un profundo sueño donde puedo huir, hasta que mañana coja la botella y vuelva a beber......

domingo, 14 de noviembre de 2010

Tormenta


LLueve, llega a casa, empapada, con el cabello lleno del agua que va dejando las huellas de un camino a la cama. Exhausta, vestida únicamente con las gotas que han quedado sin secar. Se funde con las sábanas, de lado, abrazada a la almohada.

Está dormida pero se agita, su respiración se acelera, aunque acompasada, se desvela, un dedo, tibio, lento, recorre su espalda, pero ella no se puede mover. El dedo, pasa a ser mano, una mano firme, serena, que la acaricia deleitándose con cada centímetro de su piel. El deseo se apodera de la somnolienta, pero sigue sin poderse mover, la mano, adivina sus anhelos y cobija sus senos, turgentes, hambrientos de ímpetu. Sobre el cuello un aliento cálido, sobrecogedor, que la estremece con sus dentelladas, cada poro de su piel electrizado. Húmedos surcos navegables que afloran en respuesta a cada estímulo. En la penumbra, tiembla, ávida por poseer su sexo, voluptuso, él, ahonda en la orilla, bailan al son de los resuellos, firmes, crece el fuego de los delirios, la flama asciende y desciende, rápida, lenta, arriba y abajo, llegan los escrépitos, se da la vuelta para besar a su amante, pero no está....

Soneto XXIII

En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco,enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.




Garcilaso de la Vega

sábado, 13 de noviembre de 2010

Me fascinas y no te puedo

Me llamas, me retraigo.
Me invitas, me contengo.
Me convidas, me inhibo.
Me susurras, me estremezco.
Me incitas, me atemorizo.

Me alientas, me doblego.
Me calmas, me abandono.
Me deleitas, me embeleso.
Me avivas, me perdono.
Me estimulas, me crezco.

Me espoleas y te respondo.
Te seduzco y me tientas.
Me exhortas y te propongo.
Te miro y me observas.
Me fascinas y no te puedo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Mantis


Apostada en cualquier esquina,
buscando una tras otra excusa
para vender su alma mezquina,
camuflada a la luz de la luna
esperando su próxima víctima,
enfundada en un vestido negro
encaramada a tacones de aguja,
la melena ondea como reclamo,
"acércate, deséame,poséeme
soy suavizante para la tristeza,
analgésico para la soledad,
hastio para los deseos".
El susurro invita al obstinado,
desafía al osado.
La mantis salta sobre la presa,
siente el fuego que la posee, la ira,
en el interior las tormentas
que marcan el vaivén desenfrenado,
sacudidas, embestidas, sudores,
bailando el ritmo caliente de la vida.
Una vez saciada su sed, es la hora,
hay que matar al arriesgado....

La cantora nocturna

La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.
Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
un caballo blanco,hay un corazón verde tatuado
con los ecos de los latidos de su corazón
muerto.
Expuesta a todas las perdiciones,ella
canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
niebla verde en los labios y del frío gris en los ojos,
su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso.
Ella canta.

martes, 9 de noviembre de 2010

Una historia hecha canción

Esta es la historia de una muñequita rota que cayó en el agua.
Era tan pequeña nadie sabe muy bien cómo pero se ahogó...
Como era de tela, se hundió enseguida.
Ahora me sonríe desde el fondo del mar.
Rota al caer en agua esa muñeca que trataba solo de flotar,
ya no recuerda que el soldado la quiso salvar,
ella no supo agarrarse a ninguna parte,
y ahí rota se quedó...
Hace mucho tiempo un soldadito de plomo le pidió la mano,
ella tan bonita sin dudarlo ni un momento se la concedió,
se puso un vestido de lino blanco, él muy arreglado se la llevó.
Mira muñeca mía cómo te quiero y cómo voy a cuidarte,
no tengas miedo, nunca voy a soltarte, y la muñeca sonrió.
Mira muñeca mía cómo te quiero y cómo voy a cuidarte,
no tengas miedo, nunca voy a soltarte, y la muñeca sonrió.
Esa misma noche por el puerto las estrellas les acompañaron,
iban paseando muy felices y juntitos por el muelle en Mayo,
él se fue a buscarle la única flor, ella tan coqueta en el agua se miró.
Rota al caer en agua esa muñeca que trataba solo de flotar,
ya no recuerda que el soldado la quiso salvar,
ella no supo agarrarse a ninguna parte, y ahí rota se quedó...


http://www.youtube.com/watch?v=52e67BJAIX4



lunes, 8 de noviembre de 2010

Estatus de señora

Sola
día a día contemplo la fuerza
con que se impone el alba
mientras coso tu nombre en las cortinas.
Sola
habitante soy de una bella casa
donde mi persona es el mejor adorno
que de vez en vez de lugar cambias
pero nada es mío según las actas.
Sola
con mi estatus de señora bien casada,
esposa del brillante ejecutivo
que entiendo vive conmigo
por las huellas que deja en la cama.
Sola
cada noche río a carcajadas
con mi sombra de gran dama
y contemplo el rostro de la perfecta esposa
que desearía por una noche ser tu cortesana.




Lina Zerón

jueves, 4 de noviembre de 2010

Amor



“¿Que es el amor?”

“La ausencia total de miedo”, dijo el maestro.

“¿Y qué es a lo que tenemos miedo?”

“Al amor”, respondió el maestro.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Yo


Afectuosa, quizá en exceso, gustosa o necesitada de contacto físico, no necesariamente sexual. Encajadora nata de golpes asestados por la vida. Inexperta encajadora de halagos. Baja autoestima. Sensual. Vergonzosa. Ecuórea. Estuosa. Leal. Letanía siempre en movimiento.
Romántica emperdernida. Enamorada del amor. Sensible pero fuerte. Condescendiente incluso en el amor. Amante de la libertad, no del libertinaje. Literata frustrada. Buscadora insaciable de la verdad, de la verdad de las intenciones y de los sentimientos. Ignorante. Inmigrante y extranjera. Solitaria. Compradora de falsas esperanzas. Vendedora de su fe. Hetaira. Sedienta de conocimiento. Etérea. Quebrada, resquebrajada y descompuesta. Marcada. Yo.