Dragón de fuego

"Soy un fuego inextinguible,
el centro de toda energía,
El corazón firme y heroico.
Soy la verdad y la luz,
En mi imperio abarco el poder y la gloria.
Mi presencia
Dispersa las nubes oscuras.
Y soy el elegido
Para dominar a los Hados".


SOY EL DRAGÓN







martes, 3 de mayo de 2011

La amante de Bolzano



¿Quieres que te diga lo que es la vida? He reflexionado mucho sobre ello. Porque tú no has sido el único que has vivido en una prisión... yo también he vivido en una prisión durante todos estos años, aunque no haya tenido que dormir en un jergón de paja. La vida, querido, es plenitud. La vida es cuando un hombre y una mujer se encuentran porque están hechos el uno para el otro, porque tienen algo en común, porque tienen que ver el uno con el otro, como la lluvia que cae sobre el mar y vuelve a renacer con él, creándose y recreándose mutuamente, y siendo el uno condición del otro. Y esa plenitud crea algo, crea la armonía, y esa armonía es la vida. Sucede pocas veces entre los seres humanos...



Yo para ti soy la vida, amor mío, la única mujer que significa la plenitud en la vida; sin mí, no eres plenamente hombre, ni plenamente artista, ni jugador ni viajero, de la misma forma que yo tampoco soy plenamente mujer sin ti, sino tan sólo una sombra, relegada en algún lugar del infierno. ¿Lo entiendes ahora? Porque yo sí lo entiendo.


...Tendré que enterarme de por qué huyes de los sentimientos y de la felicidad. Y cuando al fin conozca tu secreto, tendré que enseñarte ese triste saber, no con palabras, no diciéndotelo, porque un saber transmitido así provoca temor y no ayuda... Las palabras, aunque sean exactas, sólo mencionan y desvelan los secretos de los hombres y las mujeres, no los resuelven, y tú seguramente lo sabes bien, tú, el escritor...


... Tendré que enterarme de qué es lo que tanto deseas que no te atreves a confesártelo ni siquiera a ti mismo, y luego tendré que callar ese secreto delante de ti, porque mis palabras sólo conseguirían herirte... por eso tendré que callar y guardar tu secreto en mi corazón.


... Pero sólo tú podrás revelar con palabras tu secreto. Yo no podré hacer otra cosa más que esperar, atender, enterarme, y luego transmitirte sin palabras ese saber y ese secreto, con todo mi ser, con mi vida y mi cuerpo, con mi callar y mis besos, con mi manera de comportarme. Eso es lo que tengo que hacer porque te amo. Y por eso tú tienes miedo, por eso tienes miedo de la vida y de la plenitud, porque ni del suplicio ni de la horca siente uno tanto miedo como de sí mismo, como del secreto que no se atreve ni a afrontar.


¿Nos irá todo mejor después, amor mío?... No lo sé. Será todo más sencillo, mucho más sencillo. En ambos escenarios, en la cama y en el mundo, seremos cómplices al saberlo todo sobre nosotros mismos y también sobre el público, y así nunca más tendremos miedo a actuar. Porque el amor es también complicidad y alianza, no solamente fiebre y juramentos, lágrimas y gritos, una alianza firme y seria. Y yo seré leal a esta alianza hasta la muerte.


... No te digo "estoy aquí, soy tuya, llévame contigo", porque esas palabras son absurdas. Pero has de saber que, aunque no me lleves contigo ahora, yo seguiré esperándote, eternamente y en secreto, hasta que vuelvas a acordarte de mí... No necesito jurarlo ni prometerlo porque conozco la realidad, amor mío, y la realidad es que tú eres el verdadero hombre de mi vida.


... Tendrás que quitarte muchas máscaras hasta que yo pueda ver y conocer tu auténtico rostro. Pero sé con certeza que en algún lugar remoto, muy remoto, vive ese rostro tuyo que yo llegaré a ver un día, porque te amo.

Una vez me regalaste un espejo... un espejo es una cosa mágica. Es necesario que nos miremos en el espejo, mucho tiempo y muchas veces, antes de poder conocer nuestro auténtico rostro... alguien que se acerque con verdadera atención a la superficie de un espejo verá de repente esa profundidad, descubrirá cada vez una profundidad mayor, y el rostro que se mira en el espejo se situará cada vez más lejos, y cada día caerá una nueva máscara del rostro contemplado en él, en el espejo...


... Debo transmitirte el valor, el coraje, esas virtudes; debo enseñarte a ser valiente contigo mismo, con nosotros dos, con nuestra causa, que es también, hasta cierto punto, un crimen y un atentado, como lo son todas las causas verdaderas de este mundo. No temas porque te amo. ¿Es eso suficiente?


... Perdóname amor mío si mi amor es mucho. Sé que es un delito y un pecado. Debes perdonarme. Muy pocos aguantan el amor pleno porque significa siempre un deber pleno, una plena responsabilidad. Y ésos son mi único delito y mi único pecado contra ti; perdónamelos. Nunca te pediré más. Haré todo lo posible para que no sufras por ello.


... Yo no entiendo el orden de las cosas humanas, G., y tan sólo empiezo a atisbar que nada de lo que es importante e inmutable ocurre por casualidad, y también que en el interior de todos nosotros, los hombres y las mujeres, en lo más hondo, hay una mezcla de sentimientos y deseos, de disfraces y papeles, y que hay momentos en que la vida juega con nosotros y tergiversa ligeramente lo que creíamos definitivo e inmutable.


... Mira el fuego, crepita como si intentara decirnos algo. Quizá intente decirnos que es preciso quemarse y destruirse en una pasión, renacer en un sentimiento, porque eso es la plenitud y la vida. Todo lo que ha existido crepitará y se quemará en nuestro amor si tú así lo deseas, si me llevas contigo o si vienes conmigo, lo mismo da, pero todo debe empezar de nuevo, porque así es el gran milagro del amor.


...Te esperaré siempre. Porque lo que existe entre nosotros no puede desaparecer con el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vía libre para circular por esta autopista hacia el Cielo