Dragón de fuego

"Soy un fuego inextinguible,
el centro de toda energía,
El corazón firme y heroico.
Soy la verdad y la luz,
En mi imperio abarco el poder y la gloria.
Mi presencia
Dispersa las nubes oscuras.
Y soy el elegido
Para dominar a los Hados".


SOY EL DRAGÓN







martes, 11 de enero de 2011

Azul oscuro, casi negro


Siempre es azul oscuro, casi negro, azul noche como gustan algunas personas de llamarlo, asi es mi cielo todos los días. La noche me envuelve y me abraza, protege mis ojos y aumenta su fotofobia día a día. Ya no echo de menos el sol ni la luz. No extraño los rostros de las personas que me rodean, no extraño las flores, ni siquiera el arcoiris. Me guían otros sentidos, aunque esto último no sé si es exacto del todo, más bien paseo dando tumbos, embriagada, de un lado a otro, con los sentidos atrofiados. No, no es tristeza ni melancolía, no hay sensaciones, no existen los sentimientos, sólo me entrelaza el azul oscuro, casi negro, y me absorbe hacia su vacio. Me permite cerrar los ojos y descansar en su regazo, mantener la mente y el corazón azul noche y reposar de tanta intensidad que duele.

A veces a lo lejos, veo tu rostro, siempre vuelve a mi, pase lo que pase, siempre vuelve tu rostro, estiro el brazo, intento acariciarte, pero te difuminas en el azul oscuro, casi negro, desapareces, y me pregunto si es que alguna vez exististe, o tu imagen fue producto del azul noche que me rodea, vuelvo a adormecer y a olvidarte, no tengo sueños, no hay razones, se esfumaron los porqués.

La locura, hace tiempo que me invade la locura, porque no sigo la corriente, a los que no seguimos la corriente nos denominan, quizá no si razón, locos. No me gustan los colores, no me gusta ser feliz, si me gustase intentaría serlo, no me empeñaría en hacer las cosas difíciles, no me empeñaría en perseguir sueños que naufragan a la deriva del mar de los imposibles, y seguramente no escribiría letras y letras, que salvo para mi, no tienen ningún sentido.

Llueve todos los días de mi vida, de mi vida azul oscura, casi negra, y la lluvia va limpiando los recuerdos, puliendo y sacando brillo, mojando y oxidando los mecanismos, todo deja de funcionar y sólo queda el sabor de lo que fue, de lo que pudo ser, de lo que nunca será, porque yo ya no soy la misma, estoy cansada y esta vez me abandonaron las ganas de levantarme, voy a tumbarme en el suelo y espero que la lluvia consiga lo que aquella tortura de la gota china, deseo que erosione mi cuerpo y se funda con la nada.

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